

Hoy los arroceros de Colombia están al borde de la quiebra. Los precios que pagan por el arroz ni siquiera cubren los costos de producción.


Exigimos un acuerdo de precio justo ya, para proteger el trabajo de miles de familias y garantizar la soberanía alimentaria.



¡Sin campo no hay comida, sin arroceros no hay arroz! 
