Carta abierta, notas de la Asamblea Nacional de Dignidad Cafetera Actualidad Cafe por admin - 27 diciembre, 20200 Diciembre, 2 de 2020 Doctor Rodolfo Zea Hernandez Ministro de Agricultura Doctor Roberto Vélez Vallejo Gerente General Federación Nacional de Cafeteros Delegados 88 Congreso Nacional de Cafeteros Referencia: Carta abierta, notas de la Asamblea Nacional de Dignidad Cafetera Cordial Saludo, Se realizó el domingo 22 de noviembre la Asamblea Nacional de Dignidad Cafetera. Se Acordó hacer una carta y enviarla, al 88 Congreso Nacional de la Federación Nacional de Cafeteros, FNC, y al Gobierno Nacional-Ministerio de Agricultura. La esencia de lo conversado se resume en las siguientes notas: Es definitivo que se comience una profunda discusión que permita definir una metodología para la fijación del precio interno del café. El mecanismo adoptado -por las decisiones tomadas a raíz del rompimiento del acuerdo de cuotas- y por la aplicación de las políticas de libre comercio, dejo claro que la fijación del precio interno no puede seguir sometida a las variables de precio del dólar en el mercado interno y precio del café en la bolsa de Nueva York. Debe definirse, al igual que para el resto de los productos del agro nacional, un precio interno, que tenga como base, las variables de costo de producción, sin excluir ninguno, más tasa de utilidad o de ganancia para el productor, en una franja que debe considerar un precio techo y un precio piso. Los costos de producción incluirán el costo de oportunidad de la tierra. Un análisis detallado del comportamiento del precio internacional señala que las multinacionales y los especuladores en la bolsa de Nueva York, mantienen un control sobre el mercado. En realidad, la ley de la oferta y la demanda está altamente manipulada en los precios que se pagan a los productores. Desde 1965 hasta 2020 la variación en los precios de compra refleja franjas en las que se repiten ciclos de manejo de los precios en bolsa. Pequeños períodos con precios altos, entre 2,50 y 3,50 dólares, que dan ganancias extraordinarias a los productores, grandes períodos de precios entre 1,00 dólar y 1,50 que con escases sostienen la actividad y otros períodos con precios por debajo de esos niveles que significan grandes pérdidas para los caficultores. Esas cifras dejan ver, con suprema claridad, que el precio interno, con la fórmula acordada hoy, significa que los productores siguen recibiendo, a precios constantes, ingresos que, en la mayoría de los años no les permite, siquiera, recoger los costos de producción y alcanzar una utilidad. Y, mientras este atado a esta política de fijación de precios, el cafetero no tendrá como salir de las constantes crisis que lo acosan. El análisis de la otra variable, el precio del dólar en el mercado interno está ligado a políticas macroeconómicas que no se definen, en su gran mayoría, en el país. Casi siempre van atadas a decisiones de la banca mundial, de instituciones financieras internacionales y al manejo de la inflación por el Banco de la República. Esas políticas conllevan períodos de prolongadas revaluaciones y cortas devaluaciones lo que hace que nuestro café, cada día más, sea un producto arrastrado a continúas crisis de precios bajos. Hoy, con el precio del dólar en el mercado nacional, los caficultores reciben un poco más por su producto que, apenas sobrepasa los costos de producción y entrega una pequeña utilidad. En la medida que la revaluación avance esa franja se angosta y, sin tener en cuenta los costos de producir una libra de café, se estrecha hasta llevar a precios por debajo de los costos de producción y a nuevas crisis de ingreso. Al no tener el caficultor control sobre estas variables, tasa de cambio y precio del grano en bolsa esta sometido a que le compren a como quieran las multinacionales. Por eso preferirían una política de fijación de precios transparente, clara, concisa. La segunda nota que debe reseñarse es la relacionada con las importaciones del grano. No se dispone de cifras en sacos de café importados en estos años, pero si se dispone de cifras de lo pagado, por las importaciones del grano, desde hace años. La tabla de las importaciones lo que indica es que el mercado nacional se está abasteciendo en más de 50% con cafés de pésima calidad importados de Centroamérica, Ecuador y Perú por efecto de los TLC suscritos. Esas importaciones abaratan los subproductos en el mercado interno y aunque se sostiene que, la exportación de pasillas nos beneficia, lo cierto es que la malla usada, la 14 y las calidades de humedad y grano defectuoso, contempladas en la resolución 02 de 2016, nos señala que se está jugando con la calidad del grano colombiano. Lo que trae la creación del “Café Excelso Colombiano” es la posibilidad de que se estén triangulando cafés de pésima calidad, importados con precios muy por debajo de los nuestros y se estén usando para mezclarlos con los cafés colombianos, de buena calidad que, con la tolerancia anotada, pone en riesgo, no solo la llamada prima de calidad sino el carácter especial que tiene nuestro café en los mercados del mundo. Es sabido que los cafés certificados equivalen ya a tan solo el 50% de los cafés que se tranzan en el mercado internacional. Un aspecto señalado aquí y, de gran preocupación y entre muchos de indignación, es el papel que pusieron a jugar a la fábrica de café liofilizado que paso de hacer café procesado cien por ciento colombiano a servir de maquila de cafés importados. Pareciera ser que competir con calidad en procesados no es negocio dado que las compañías que venden café ofrecen menos cafés tostados y molidos y muchísimos más procesados, con todo tipo de mezclas, de baja calidad. Priman los negocios, las ganancias de los monopolios que manipulan el mercado. Esta situación, las importaciones de cafés de mala calidad y los cambios derivados de la resolución 02 de 2016, lleva, de igual manera, a que este poniéndose en riesgo la estabilidad económica de las cooperativas que, están obligadas a comprar con unas calidades que no tienen que cumplir compradores y exportadores privados. Esa competencia desleal hace que se diga, en muchos círculos de caficultores, que se están convirtiendo, a las cooperativas, en agentes de compra de los exportadores privados. Hecho muy grave que lleva a la quiebra de las cooperativas. A la situación anterior debe agregarse que a las cooperativas, se les convirtió, poco a poco, en empresas a las que se les ha permitido, por la falta de vigilancia de la Federación y de las instituciones del gobierno encargadas de vigilar su gestión, en empresas que participan cada día más en juegos de especulación en los mercados de bolsa, arriesgando y perdiendo importantes capitales de los asociados, como pasó con la Cooperativa de Andes, Antioquia, y con otras más que tienen abultadas deudas por entrar en la compra de futuros y en otros negocios en los que están obligadas a participar, para no salir del mercado, pero, en las que arriesgan sumas muy importantes del capital social de los cafeteros. Los caficultores, de igual manera, comprendieron en esta cosecha, que los negocios de compra de café a futuro llevan en su esencia, el riesgo de perder o de dejar de ganar, lo que se podía ganar o de perder. ¿No sería, lo correcto, precios estables y remunerativos? ¿No debería, también por este aspecto, modificarse la fórmula para la fijación del precio interno? Debe agregarse que a la quiebra de las cooperativas seguirá el abandono, que ya se ve en varias regiones, de los puestos de compra lo que conduce a la pérdida de la garantía de compra, papel que juegan, las cooperativas, en el país. La situación es grave. Por eso se hace un llamado a los caficultores a que brinden toda la información posible, sobre la situación económica de las cooperativas, a fin de analizar las cifras y, con los argumentos necesarios, solicitar la presencia de la Contraloria General de la Nación para que investigue el comportamiento que se tiene con los recursos del Fondo Nacional del Café. También debería investigarse los estados financieros de las cooperativas y extender medidas que las protejan para poder conservar y garantizar la compra del grano y el precio de referencia. Dignidad Agropecuaria presento un informe sobre el asunto del crédito y las deudas bancarias y no bancarias contraídas por los productores. Hizo referencia al proyecto de Ley de Alivios Financieros presentada por el Gobierno Nacional y que tuvo origen en un acuerdo de Dignidad Cafetera y Dignidad Agropecuaria con el anterior ministro de agricultura. Se explicó la difícil situación que atraviesan miles de deudores y las pocas posibilidades de que la Ley salga con las garras suficientes para darle soluciones ciertas a los endeudados. Las propuestas hechas por Dignidad Cafetera y Dignidad Agropecuaria se relacionan a continuación: La forma en que serán atendidas las obligaciones de los deudores tendrá un orden de prelación similar a la ley 1116. Plazos amplios acorde con el volumen de las deudas y los ciclos productivos de las cosechas. En la negociación debe contemplarse reducción de intereses, quitas de capital y tiempos de gracia. Contemplar las daciones de pago y prestación de servicios, como parte de las posibilidades de negociación y pago de deudas. Suspensión de procesos judiciales como resultado de la formalización de los acuerdos de pago. Los productores agropecuarios podrán negociar sus deudas, a través de acuerdos con su acreedor o acreedores y obtener la normalización en sus relaciones crediticias. Establecer dentro de las causales de insolvencia y no pago de deudas: factores climáticos, problemas fitosanitarios y de comercialización, caídas de precios internacionales y la consecuente disminución de precios nacionales, revaluación del dólar influyente en costos de producción y el resultante desequilibrio entre costos de producción y precios. Resolver en el texto que se apruebe la eliminación de los reportes y calificación de las entidades calificadores de riesgo, inmediatamente se formalicen lo acuerdos de pago, a fin de normalizar el acceso a créditos nuevos. Conviene que la ley que se apruebe sea “atempore”, puesto que las deudas no tienen ocurrencia solamente en coyunturas específicas dentro de periodos de tiempo determinado. La ley debe definir con precisión que cobija a productores agropecuarios, en sus distintas ocupaciones, estableciendo instancias para ser reconocidos como tales. Se debe definir un procedimiento, mediante el cual quien decida acudir a este mecanismo legal sepa de antemano las requisitos y pasos a seguir para su acceso. Es necesario definir quiénes son los intervinientes en los procesos de acuerdo de pagos. Labor de conciliación (oficinas de conciliación, cámaras de comercio y notarías). Para deudores de hasta 100 salarios mínimos legales, la ley debiera establecer la implementación de un FONSA permanente financiado con las utilidades de las organizaciones del Estado que prestan servicios al sector rural como Banco Agrario, Finagro y un porcentaje de los fondos parafiscales. La ley debe cubrir deudas bancarias y agro comerciales. Recibió la Asamblea Nacional de Dignidad Cafetera otros informes de actividades que atañen a la vida cafetera. Uno, sobre el muy escaso respaldo de la Federación Nacional de Cafeteros y el Gobierno Nacional a los programas de renovación de cafetales y, también, sobre el casi nulo respaldo a los cafeteros en la atención a la pandemia que, los caficultores, lograron superar bien, aunque en algunas zonas faltaron recolectores y parte del grano, así sea en mínima proporción, se perdió. Se expresaron los asistentes contra las alzas continúas de los abonos y demás agro insumos, el costo del impuesto predial que es expropiador, en algunas regiones y otros ítems ligados a los costos de producción. No se pudo, desafortunadamente, oír el análisis sobre las lonas, máquinas derribadoras y otros aspectos de interés para los productores. La Asamblea acordó hacer un conversatorio o foro donde se debata sobre ventajas y desventajas de la resolución No 02 de 2016, la malla 14 y las implicaciones que tiene la misma para las exportaciones de pasillas y su relación con la importación de subproductos de pésima calidad como ya se anotó. También se acordó enviar las conclusiones de esta asamblea a los caficultores y a la opinión pública. Agradecemos la atención a las notas de la Asamblea Nacional de Dignidad Cafetera