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Contra el Plan de Ordenamiento del Sector Lácteo y por su exclusión de la Alianza Pacífico ¡Construyamos el más amplio frente para su defensa!

Dignidad Ganadera Nacional, Dignidad Agropecuaria Colombiana, Bogotá, mayo 11 de 2019

El pasado 11 de febrero el Ministro de Agricultura Dr. Andrés Valencia lanzó, “la estrategia para el ordenamiento del sector agropecuario”. Diez sectores incluido el lácteo hacen parte de este rimbombante programa, que incluye ocho que vienen siendo arrasados por las importaciones al amparo de los TLC, uno con espinosa posibilidad de acceder al mercado externo y otro cuya suerte no depende de la cartera del Agro. El 12 del mismo mes, ante el Concejo Nacional Lácteo aclaró el Jefe de la Cartera el reto para ordenar este sector: eliminar parte de la producción nacional. Esta decisión oficial, tendría que acelerarse si no se excluye la leche de las negociaciones de la Alianza Pacífico.

Las compañías multinacionales que controlan la producción y el comercio de alimentos en el mundo, promotoras de los Tratados de Libre Comercio, TLC, ya remiten a nuestro país 14 millones de toneladas. Han arrasado la producción nacional de trigo, cebada, sorgo, soya, debilitado la de maíz, papa, panela y tienen en la mira la producción de arroz y leche. Con la falacia de “ordenar” la producción interna, el gobierno pretende eliminar, para dar cabida a los excedentes que estas corporaciones poseen, miles de hectáreas que hoy están dedicadas a estos dos productos básicos de la dieta de los colombianos.

Acomodar en el país 60 mil toneladas de productos lácteos -500 millones de litros- que pueden llegar este año, en el marco de los 15 Tratados de Libre Comercio firmados, es la tarea oficial, sin importar que el cupo aumenta año tras año y que, a partir de 2026 podrá traerse de Estados Unidos y de 2028, de la Unión Europea, cantidades indeterminadas de leche, sin interesar al gobierno, que los ganaderos colombianos producen 650 millones de litros más de los que requiere el consumo nacional.

Si el gobierno persiste, en permitir que la leche haga parte de la Alianza Pacífico a pesar de las advertencias de las organizaciones gremiales de los ganaderos y la misma industria, no se requeriría su “ordenamiento” porque el sector lácteo podría desaparecer como lo señalan, Fedegán, Analac, Asoleche, Colanta, Fedecoleche y Codegacor en sus pronunciamientos. Enfrentar nuestra producción a la de Nueva Zelanda -el principal exportador de leche y fijador de precio del mundo- es una decisión antinacional que enriquecería a unos pocos, pero arruinaría a decenas de miles.

En el sector lácteo lo que está en juego, es la suerte de 350 mil familias que producen 7.257 millones de litros de leche al año, propietarias de 5.2 millones de vacas; que tienen en promedio, menos de 25 cabezas de ganado, esparcidas en más de mil municipios; la existencia de cientos de asociaciones y cooperativas veredales y regionales y de empresas pequeñas y medianas que de manera artesanal producen quesos y quesillo; 700 mil puestos de trabajo directo y miles de indirectos y los ingresos de decenas de jarriadores que obtienen su sustento de comercializar la leche.

Con el manoseado argumento de la “ineficiencia” el programa pretende eliminar de entrada, la producción de leche generada en el sistema del doble propósito, hoy extendido por toda la geografía del país, que produce 3.950 millones de litros año, y que se originó por la escasa rentabilidad del sistema de cría que impedía tener excedentes para los mejoramientos requeridos en elevar la productividad.

Convocar a la mayor unidad de todos los actores de la Cadena Láctea, organizaciones sociales, partidos políticos y personalidades del sector y construir la más fuerte resistencia hasta lograr que se modifiquen -de manera sustancial- los TLC y en defensa de la producción nacional y por la exclusión de la leche del Tratado de la Alianza Pacífico, es el llamado que hoy hacemos.

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